top of page

¿Qué tienen que ver las lechugas con el Mindfulness en la oficina?

  • hace 5 días
  • 4 Min. de lectura
Meditación en la oficina


Thich Nhat Hanh, el monje budista vietnamita que llevó el mindfulness a Occidente, tenía clara una cosa: la forma en que te preparas para ir al trabajo, cómo te desplazas hasta allí y cómo te comportas una vez llegas afecta directamente a la calidad de lo que produces. Pero iba más allá. Decía que todo lo que haces en tu vida, absolutamente todo, tiene un impacto en tu trabajo.


Mindfulness en la oficina: una lección de Thich Nhat Hanh


En su libro "Work" cuenta una conversación que tuvo con académico americano, que le dijo un día: "No pierdas el tiempo cultivando lechugas en el huerto. Deberías escribir más poemas; cualquiera puede plantar lechugas".


La respuesta del monje fue clara: "Esa no es mi forma de pensar. Sé perfectamente que si no cultivo lechugas, no puedo escribir poemas. Las dos cosas están relacionadas".


"La manera en que te preparas para ir al trabajo, vas al trabajo y cómo eres mientras estás allí afecta no solo a aquellos con quienes trabajas, sino también a la calidad de tu trabajo. Todo lo que hacemos en nuestras vidas tiene un efecto en nuestro trabajo. Yo, personalmente, soy poeta, pero me encanta trabajar en el jardín cultivando verduras." - Thich Nhat Hanh


Para Thich Nhat Hanh, desayunar con atención, hacer las tareas cotidianas con conciencia, cultivar el huerto con presencia no eran distracciones de su trabajo como maestro y escritor. Eran parte esencial de él.


"Cuanta más conciencia y atención plena pongamos en todas nuestras acciones diarias, incluido nuestro trabajo, mejor será nuestro trabajo", escribió.


El trabajo no empieza cuando fichas


La idea suena casi subversiva en un mundo obsesionado con la productividad y la optimización del tiempo. Nos han vendido que el trabajo es lo que pasa de 9 a 18h, que el resto es "tiempo libre" y que ambas cosas deberían mantenerse separadas.

Compartimentos estancos.


Pero cualquiera que haya trabajado sabe que eso no funciona así. Llegas a la oficina con la discusión de la noche anterior aún en la cabeza. O con el subidón de haber dormido ocho horas seguidas por primera vez en semanas. O con la ansiedad de las facturas que no cuadran. Todo eso entra contigo por la puerta.


La pregunta no es si tu vida personal afecta a tu trabajo. La pregunta es qué haces con eso.


Traer conciencia a lo cotidiano


Cuando hablamos de llevar el mindfulness a las empresas, mucha gente se imagina sesiones de meditación formal con todo el equipo sentado en silencio. Y eso puede ser útil, claro. Pero el mindfulness que propone Thich Nhat Hanh va más allá. Se trata de traer atención plena a cada cosa que haces, incluidas las más mundanas.


Preparar el café de la mañana puede ser un acto automático mientras piensas en la reunión que tienes a las diez. O puede ser un momento de presencia: notar el sonido del agua, el aroma del café, el calor de la taza. Dos minutos que cambian cómo llegas a esa reunión.


Lo mismo vale para el trayecto al trabajo. Puedes ir en el metro mentalmente repasando tu lista de tareas, con el cuerpo tenso. O puedes usar esos quince minutos para simplemente estar presente: sentir la respiración, notar las sensaciones sin juzgarlas.


La calidad está en los detalles invisibles


Lo interesante de la metáfora del huerto es que desmonta la jerarquía mental que hacemos entre tareas "importantes" y tareas "menores". Thich Nhat Hanh no veía el cultivo de lechugas como algo que le quitaba tiempo de su verdadero trabajo. Lo veía como aquello que hacía posible hacerlo bien.


En el contexto laboral, esto significa que la forma en que respondes un email rutinario, cómo organizas tu escritorio, cómo hablas con ese compañero que te cae mal o cómo gestionas los cinco minutos entre reuniones no son detalles irrelevantes. Son la sustancia misma de tu trabajo.


Un directivo que contesta correos mientras simula escuchar en una reunión está entrenando su mente en la fragmentación y la distracción. Y luego se pregunta por qué le cuesta concentrarse cuando tiene que tomar decisiones importantes.


Un empleado que se toma en serio el momento de comer, que come despacio y conversa con atención, no está perdiendo el tiempo. Está cultivando la capacidad de estar presente, exactamente la capacidad que necesita cuando vuelva a su puesto.


Más allá de las sesiones de Mindfulness en la oficina


Las empresas que están integrando el Mindfulness en la oficina de forma seria no lo tratan como un programa de bienestar más. Lo entienden como un cambio cultural.


Esto va desde ofrecer espacios y tiempos para la práctica formal hasta revisar cosas como la cultura de reuniones. ¿De verdad todas tienen que durar una hora? ¿Pueden empezar con un minuto de silencio? ¿Es necesario el multitasking constante? ¿La gente puede desconectar de verdad fuera del horario?


También significa que el liderazgo tiene que ir primero. Si los directivos predican mindfulness en la oficina, pero siguen mandando emails a las once de la noche y alardeando de dormir cinco horas, el mensaje real es otro. La atención plena no puede ser solo un programa de recursos humanos mientras la cultura del estrés perpetuo sigue intacta.


Todo está conectado


La idea de Thich Nhat Hanh es que no existe el trabajo aislado del resto de la vida. Que la calidad de atención que pones en las cosas pequeñas es la misma que pondrás al diseñar un proyecto, escribir un informe o liderar un equipo.


Llevado al entorno empresarial, esto significa que invertir en que los empleados vivan de forma más consciente y equilibrada no es altruismo. Es invertir directamente en la calidad del trabajo que van a producir.


Una empresa que anima a su gente a cuidarse, a tomarse pausas reales, a cultivar sus propias "lechugas" (sean las que sean) no está perdiendo productividad. Está creando las condiciones para que hagan un trabajo mejor.


iNSIDE diseña programas de mindfulness para empresas que van más allá de las sesiones puntuales. Programas que ayudan a cambiar la forma en que los equipos se relacionan con su trabajo diario, desde lo más pequeño hasta lo más estratégico.


Porque al final, como decía el monje vietnamita: cuanta más conciencia pongas en todo lo que haces, mejor será tu trabajo y tu calidad de vida.

 
 
 

Comentarios


bottom of page